Tarde de entrenamientos. Tarde de reflexión. Torneo pala La Maloka 2012. Playa La Arena

Xabi Lago, de revés, ante la atenta mirada de Ibai Pérez y Alex Galíndez, con La Maloka al fondo

          Jugar a pala es una de mis mayores aficiones; lo ha sido desde que hace ya casi 40 años me enseñara a jugar Gonzalo Soto en el ya derruido frontón del chalet de los Prado, camino de Lastrón. En ocasiones, la pala se ha convertido casi en una obsesión para mí. En los frontones he hecho muchos amigos y he pasado algunos de los mejores ratos de mi vida. He jugado miles de partidos, con infinidad de gente y en cerca de 100 frontones distintos. También he organizado decenas de campeonatos. He crecido, aprendido, sufrido y disfrutado. Ha habido de todo, sí,  pero, en conjunto, mucho más bueno que malo.

 

Ibai Pérez remata de aire en un altísimo porcentaje y esconde su golpeo , de tal manera que no sabes si te la va de bajar o si te va a lanzar un pelotazo lejos del frontis.

Xabi lago mira a la pelota sin perderla para golpearla al aire y ganar metros para recuperar la posición.

          

          Ahora, quizás, ya me llena más organizar bien un torneo que jugarlo; posiblemente porque  en mi mochila hace años que pasé del medio siglo y sólo quienes tienen esa edad saben del esfuerzo que supone enfrentarte a chicos que son 25 años más jóvenes que tú. Pero yo, aún, siempre quiero ganar.

Carlos "Naparrilla", un histórico de los torneos en este frontón, vuelve a jugar, respondiendo al deseo de su hijo Eneko.

          Organizar un torneo, si quieres hacerlo bien, te exige un compromiso fuerte y un sacrificio  casi nunca suficientemente valorado. Ya tengo edad para tener derecho a tener opinión propia y capacidad más que demostrada para que mi opinión tenga fundamento. Por lo tanto, suelo ser el juez de mi mismo., pero observo, escucho y me gusta saber la opinión de los demás. Siempre es enriquecedora.

Asier Guillén en postura de pelotari posee chispa en el golpeo de derecha. Entrenando con Alvaro, Carlos y Eneko

          Hoy he pensado, al ver  toda la tarde el frontón lleno de chicos jóvenes, muchos del barrio, que es bonito verles allí, jugando a pala, y que, quizás, el hecho de que haya torneo este verano (empieza mañana para más exactitud) les motiva y les arrastra a pasar parte de su tiempo  de ocio en el frontón, haciendo deporte, compartiendo un rato entre amigos, alejados de otros entretenimientos de moda no tan saludables. Eso paga  mucho del esfuerzo que haya que hacer para organizar este torneo. No sé exactamente por qué, pero verles allí me hacía sentirme bien, me reconfortaba de tantas cosas absurdas, incomprensibles e inaceptables que pasan cada día a nuestro alrededor.

Arix Galíndez (verde) y su primo Imanol Labarga (blanco) entrendo con Íñigo (azul) e Ibai Pérez (rojo)

Nota: Pinchando en cualquiera de las imágenes podrás ver el álbum de las fotografías que he hecho hoy.