Partidos del miércoles, 5 de septiembre
Semifinal (Binakakoak)
Bingen--Iker Gordón 25 Sergio Loureiro--Oskar 14
Para mí la clave del resultado estuvo en lo tarde que entró Sergio en el partido, lo que permitió coger una decisiva y tranquilizadora ventaja a Bingen--Iker (14--4). Estos jóvenes juegan muy rápido desde el inicio y Sergio no está rodado ahora mismo con esta pelota, y su cuerpo necesita ir entrando poco a poco, por lo que se las colaban por cualquier lado. Después, cuando ya apareció, demostró que era el que más calidad tenía de los cuatro, pero ya era demasiado tarde. Aún así se vieron tantos preciosos y que eran cuatro grandes pelotaris los que estaban en la cancha.
Oskar tampoco estuvo como él suele estar, no enlazaba golpeos fuertes y perdía pelotas en el ancho. Pienso que el mal inicio también influyó lo suyo. Él mismo me decía al final que no se había encontrado bien.
Bingen e Iker muy bien. Son una pareja muy dura; ¿dónde les metes un tanto?. Llegan a cualquier pelota, le sacuden a la bola, se la juegan con acierto...
Quienes me decía al inicio del campeonato que tenían dudas de las posibilidades de Bingen e Iker como pareja, porque nunca habían jugado juntos, ya las habrán disipado. Son finalistas.
Envío ánimos a Oskar y Sergio, ellos también pueden ganar en Mamariga, pero para ellos Sergio debe ir mucho más rodado para tener toque con esta pelota. Si se lo propone, lo conseguirá. Verle jugar es un placer.
Me quedo con la deportividad con la que encajaron la derrota, sonrientes y reconociendo la superioridad de sus rivales al finalizar el partido. Les miré cuando se daban la mano y fue muy grande ver sus caras: sin enfado, sin reproches, felicitando a sus rivales con una sonrisa. Eso también les hace ser campeones. Ellos, que tanto han ganado, ayer demostraron que también saben perder.
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